Lunes, 6 de Mayo de 2024

Otro abandono para Delfino

En el último tramo de la campaña el candidato de Cambiemos en Hurlingham incorpora dirigentes y los pierde en una semana.

18-10-2017


Lucas Delfino, el candidato de Cambiemos en Hurlingham, no ha tenido una campaña sencilla.
Aunque quiso hacer valer su jerarquía de funcionario nacional amparado por Rogelio Frigerio, y en base a eso, pretendió imponer una lista de la que participaron amigos y allegados, tuvo el primer escollo cuando terminó siendo uno de los pocos distritos en los que Cambiemos habilitó internas, y debió dirimir sus diferencias con la lista de Ramón Fernández, apadrinada por Jorge Macri, y en rigor, con mayor representatividad de sectores y barrios que la de Delfino.

Traspasada esa instancia se negó a incluir a la minoría en su espacio, y continuó manejando la campaña como venía haciéndolo antes: de manera unipersonal y según dicen los que lo tratan, de modo autoritario y poco democrático.

Tuvo que responder, además, por haber repartido boletas mientras un operativo de documentación se estacionaba "casualmente" en la puerta de su local, ubicado frente a una escuela. Fueron filmados también, supuestos militantes que decían en realidad cobrar por esa tarea y hasta hubo un episodio con causa penal, cuando a uno de los jóvenes que repartían sus boletas en una de las mesas céntricas se le encontró droga en su poder y se le dio traslado a la justicia de Morón.

Despliegue de cartelería (aun cuando él mismo se había comprometido a no hacer "pegatinas"); recursos ilimitados que no encajan en los gastos de campaña que aducen realizar y el abrazo con funcionarios fueron algunos de los recursos utilizados por el "chico bien", como lo bautizaron muchos de sus vecinos por su aspecto de muchacho criado sin necesidades.

Pero su camino no fue sencillo en el último tramo tampoco.
Aunque se presenta como "la nueva política", ejerce todos los vicios de la vieja, incluido un acuerdo "secreto" a voces con el ex intendente Luis Acuña. El ¿massista? Ha desaparecido de la escena de campaña. Sabe que los números no le permiten competir con Unidad Ciudadana y prefirió apoyar a Cambiemos para, de ese modo, pretender forzar un resultado en el que el oficialismo local no festeje.
Delfino, junto a Ramiro Tagliaferro, el intendente de Morón, abonaron esta estrategia. En definitiva, el pago chico y el pago grande se juntan y Acuña es parte de Morón. Tanto, que sus ex funcionarios más cercanos hoy lo son en ese municipio también.
Hace algunas semanas, Delfino incorporó a su equipo de campaña a un abogado de Hurlingham que militaba para el partido justicialista y que fue expulsado del mismo por violencia de género, luego de que su ahora ex mujer lo denunciara y decidiera separarse definitivamente del violento letrado. Otra página oscura para el currículum del candidato que se muestra como "nuevo". Eso, sumado a que tiene también como uno de sus principales dirigentes a Sandro Silva, el que fuera jefe de campaña de Luis Acuña en las PASO de agosto y que abandonó al ex intendente luego de que Acuña obtuviera un escaso porcentaje de votos, que incluso podría dejarlo afuera de la banca a la que aspira.

Silva también tiene prontuario. Arrastra varias causas penales por usurpación de títulos y estafas varias, ante el juzgado federal en lo criminal y correccional N°9 de Comodoro Py, a cargo del Dr. Luis Rodríguez, luego de que fuera denunciado por el Estado en el año 2014, ante numerosas quejas de vecinos del distrito, a los que estafaba en dinero a cambio de promesas de vivienda y obras públicas, haciéndose pasar por funcionario nacional.

Pero la frutilla del postre del cierre de campaña fue Valeria Goilan. De origen peronista y vinculada a un ex concejal acuñista, Goilan se incorporó a las filas de Delfino, y a la inversa de la película "Cómo perder a un hombre en diez días", el joven candidato la perdió sólo en una semana. Aparentemente 7 días le bastaron a la dirigente para darse cuenta el proceder del candidato y huir despavorida cual novia fugitiva, parafraseando películas.
Usando otra frase poco utilizada: "casi la crónica de un final anunciado".




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